Es la historia de una amistad: la del vagabundo sin nombre y del también vagabundo señor Dupont, equilibrista y vendedor de molinillos de papel, que una vez tuvo una novia en Espelette Itxassou. En lo que tal amistad tiene de auténtico señorío y de natural respeto habrá que buscar un día las mejores páginas de Camilo José Cela.