Es una crítica a la España de su tiempo que el autor hace a través de los ojos de una sorprendida estudiante norteamericana. Refleja a la vez la tradición y la modernidad de un país que se abre tímidamente al mundo desarrollado pero que guarda todavía, en algunos momentos como un tesoro, pero en otros como un lastre, el profundo poso de siglos de costumbrismo difícil de asumir, interpretar y comprender, no sólo para el viajero como Nancy, sino para muchos españoles.