Fredrik Wellin, médico retirado, vive solo en una isla cercana a la costa sueca, hasta que la llegada de un antiguo amor al que abandonó en el pasado irrumpe en su monótono pero buscado aislamiento. Se trata de Harriet, quien, gravemente enferma, ha venido a pedirle que cumpla la antigua promesa de juventud de llevarla a una laguna al norte del país. Harriet trae consigo a Louise, una hija de ambos, de cuya existencia él nada sabía. Obligado, ahora, a asistir al lento final de Harriet y a crear unos vínculos paterno-filiales con quien, en realidad, es una desconocida, Fredrik iniciará un viaje hacia su propio dolor. Los errores del pasado sepultados en la soledad de la isla reavivan sus remordimientos. Entre ellos, el terrible secreto que lo alejó de la profesión y por el que decidió huir del mundo.
Así, el implacable invierno nórdico y el inhóspito paraje en el que habita el protagonista son un reflejo de su interior. Y la atmósfera de vacío y muerte que se extiende en esa inmensidad glaciar es el castigo que se inflige a sí mismo. Atormentado por la culpa, Fredrik deberá saldar cuentas con el pasado para, ya en la vejez, recuperar la capacidad de vivir en compañía sin esconderse de la realidad.