El hijo de la sierva es una novela autobiográfica que cubre los años de infancia y adolescencia del futuro autor de Infierno y Alegato de un loco. Ciertamente existe, en El hijo de la sierva, una voluntad demoledora y un ataque sin paliativos contra el orden familiar y la hipocresía social. El conocido pasaje bíblico de Abraham y su sierva es utilizado aquí por Strindberg como comentario a una vida pletórica de crisis y experiencias que lindan con lo patológico; al ser trasladadas de la realidad humana al texto literario merced a una escritura ejemplar y rica en toda clase de hallazgos estéticos, se convierten, como elocuentemente previó Kafka, en la catarsis dolorosa pero necesaria de las más oscuras esencias del ser humano.