La Barcelona medieval abriga entre sus muralles dos historias, ambas marcadas por el amor y la ambición: la de un joven campesino que logra cambiar su destino con la única esperanza de prosperar, conseguir la ciudadanía y hacerse así merecedor del amor de un ajoven de alcurnia, y los amores adúlteros del conde de Barcelona, que sumen a la ciudad en un peligroso conflicto político.