Tercera novela de Allende y, como ella dice, la ficción no es un refugio ni una huida, pero sí un producto, en su caso, de la nostalgia, y un manera de reencontrar un país. Cuando se llamaba a sí misma "ladrona de historias", por apasionarle toda clasa de relatos y personajes, se puede ver reflejada a esta Eva Luna.